El lunes pasado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio instrucciones a los funcionarios de su gobierno para contactar a los directivos de la empresa estadounidense Valero y pedirles que reduzcan los precios de la gasolina en sus estaciones de servicio en el país. Si no lo hacen, el presidente advirtió que tomará medidas, aunque no especificó cuáles.
El gobierno ha estado otorgando subsidios a la gasolina y al diésel en todo el país para combatir la inflación, especialmente en las zonas fronterizas con Estados Unidos, Guatemala y Belice. El presidente dijo que Valero ha estado abusando de los consumidores al cobrar precios muy altos durante los últimos dos meses.
El jefe de la oficina gubernamental de defensa del consumidor (Profeco) fue instruido para hablar con el presidente del consejo de la empresa Valero. Si no se logra una solución, el presidente advirtió que se tomarán medidas adicionales.
Valero, que tiene más de 200 estaciones de servicio en México, no ha respondido de inmediato a una solicitud de comentarios. El presidente de México recordó que el subsidio que están entregando es dinero público, por lo que espera que todos los gasolineros actúen de manera responsable.
Cada lunes, el titular de Profeco presenta el estatus de los precios de los combustibles en el país y destaca aquellas empresas que tienen las tarifas más bajas y las que las tienen más altas. En septiembre, el gobernante acusó a Valero de inflar facturas por importación de combustibles, pero la compañía aseguró que las notas eran obra de terceros desconocidos.
